MADRE RUBIA
MADRE RUBIA | un regalo de María Corretge
La rubia tenía las manos llenas,
La cabeza ocupada en todas partes
Los ojos de derecha a izquierda
Los oídos atentos
Y la boca que desgarra a dentelladas
A uno y a otro
Y con los despojos y los trapos se hace
Un nido
Y nace el niño y el niño crece
Y la madre
Hace un silencio entre sus manos
Y entre sus sienes
Para que no despierte
Pero se lo llevan, se lo llevan
La rubia no teme a Dios ni al diablo
Y le hace sitio y espera
Y por un amor salvaje y sin leyes
Prepara la Guerra