← Back to portfolio

El Ártico tiene muchos novios

Published on

ANÁLISIS – El más pequeño país escandinavo sueña con ser un gran poder al extremo Norte del globo, y no quiere perderse la oportunidad de hacerse con los posibles recursos naturales y las nuevas rutas marítimas que ofrece la zona. Su demanda se basa en la pertenencia de Groenlandia a Dinamarca

POR SARA HØYRUP

Todos quieren un trozo del Polo Norte. No sólo los cinco países con lindes árticos –Dinamarca, Noruega, Rusia, Estados Unidos y Cánada– sino también la omnipresente China reclama derechos sobre la zona.

En cuanto a Dinamarca es su misión de antaño en Groenlandia la que lleva al minúsculo país nórdico a tener tales ambiciones. Después de que los primeros aventureros escandinavos se adentraron en el frío polar, fueron misioneros como mi antepasado Hans Egede quienes colonizaron la enorme isla de hielo.[i] Lo hicieron por medio del cristianismo en su variante protestante, y el reino helado sigue perteneciendo a Dinamarca. En cierta medida y de momento, al menos.[ii]

Kalaalit Nunaat

Groenlandia no cuenta oficialmente como una colonia desde el 1953, cuando se hizo una región más del reino de la Margarita II. Se considera parte del Estado mismo pese a su gran distancia del metropolis, la llamada Dinamarca del Sur, y su tan diferente población indígena: los esquimales que pueblan toda la región circumpolar ártica. Estas dos pautas indicarían normalmente que trata de una colonia, y no carece de investigadores que insisten en que en realidad lo sea.[iii]

Lo cierto es que la isla está adquiriendo cada vez más soberanía, y ”antes se declarará Groenlandia un Estado independiente que el Ártico enriquecerá Dinamarca con petroleo y gas”, vaticina la politóloga Edith Lauglo Endsjø.[iv] No tanto porque Groenlandia necesariamente irá de momento más allá de su actual estatus de región autonómica –ejerce tantas competencias como Cataluña o el País Vasco, que ya es decir– sino porque hasta la fecha no se sabe si realmente nos esperan recursos naturales por debajo del fondo del mar. En cambio sí se sabe que costará caro extraer los que haya, explica Endsjø.

Irse o quedarse

La autosuficiencia de Groenlandia dejó de funcionar a medida que la población indígena siguió las pautas del colonizador. Los esquimales dejaron atrás la vida tradicional y siguieron la invitación a amontonarse en unos pocos pueblos donde la existencia de focas no llegaba para todos, y justo ahí acabó la vida de cazadores que antaño sostenía a todos.

Los indígenos se entregaron a la dependencia de las ayudas sociales del siempre tentador Estado de Bienestar, aceptaron mandar a los niños más prometedores a estudiar en Dinamarca lejos de sus familias, abandonaron durante una generación su propia lengua a favor del danés con el resultado de que abuelos y nietos no pudieron comunicarse, y muchos se perdieron para siempre al alcohol. Las tazas de violencia y asesinatos son las más elevadas en el mundo en un claro signo de una profunda disfunción.[v]

Está claro que la colonialización ha hecho mucho daño a esta sociedad al extremo norte del mundo, pero menos claro está cómo se debe proceder ahora. Existe un vertiente nacionalista entre políticos ambiciosos en Groenlandia, y la población desea soberanía. Es impopular la pertenencia danesa a la Unión Europea, que ha llegado a abusar de aguas groenlandeses con pesca excesiva; y es un factor que separa la Dinamarca del Norte del Dinamarca del Sur, advierte la unionista Nauja Lynge.[vi]

Pragmatismo

En la Dinamarca del Sur está bastante reconocido el derecho de Groenlandia de separarse, sobre todo mientras no parece muy realista. Desde luego no nos percibimos como colonializadores; tendemos a olvidar que tuvimos hasta colonias en el Caribe, y que no por pequeños somos necesariamente inocentes.

Algunos políticos daneses advierten de la irresponsabilidad de soñar con independencia sin poderse mantener de pie a solas, y proponen incluso quitarle a la región su autonomía hasta que cuente con políticos más pragmáticos.[vii] Es poco realista una total soberanía groenlandesa de momento, como bien saben los votantes en la isla.[viii]

Si no bastasen las razones económicas, hay que tomar en cuenta el probable sino de una isla abandonada a su suerte y de gran interés tanto para Estados Unidos como para Rusia y China. Contra este último advierte el servicio de inteligencia militar de Dinamarca, FE, que insta a tener en cuenta la asimetria del poder chino y el groenlandés.[ix] No todo fuera del paragua danés es idílico.

El nacionalismo en Groenlandia no tiene prisa. No en vano el anfitrión del fugado expresident catalán Carles Puigdemont durante su visita danesa fue un nacionalista faeroe y no los groenlandeses. Los nacionalismos periféricos se nutren y aplauden entre sí, pero no todos son igual de viables.

El oro negro

Las perspectivas de independencia groenlandesa puede llegar a cambiar si los cambios climáticos se pueden rentabilizar. Alrededor del Ártica se ha abierto un nuevo mar que permite rutas provechosas que interesa hasta a China. También hay muchos que se permiten soñar con los ricos recursos que tal vez se encuentran al fondo del mar.

Si se descubre petróleo o gas será tanto un argumento tanto en favor como en contra de Groenlandia como un estado independiente: lo hará de repente factible con ojos indígenos, y a la vez muy poco deseable visto desde la Dinamarca del Sur que de repente tendrá mucho que perder.

La demanda danesa en el Ártico es más que nada ”por si acaso”, evalúa Kristian Søby Kristensen, director del centro de estudios militares en la Universidad de Copenhague.[x] ”El Gobierno danés desea evitar quedar mal ante su población, como lo hizo cuando dejó a Noruega grandes partes del Mar del Norte, dejando al país vecino enriquecerse con la extracción de petróleo,” explica este experto.

Otro actor que se sigue enriqueciendo con las existencias del oro negro en el mar al oeste y norte de Dinamarca es A.P. Møller-Mærsk, el poderoso conglomerado danés cuyos contenedores se ven en puertos por todo el globo[xi]. Tan poderoso es que es casi tabú sus quehaceres.

Con su reclamación de derechos polares, el Estado danés está provocando a Rusia, advierte la politóloga Endsjø en su tesina. Otros expertos, como Jon Rahbek-Clemmensen del centro de estudios de guerra en la Universidad Syddansk, ven posible negociar con Rusia y sacar provecho,[xii] pero abundan las voces que insisten en que el Estado danés peca de un ego inflado con sus pretensiones árticas.[xiii]

Greenpeace

Mientras tanto, organizaciones medioambientales como Greenpeace se echan las manos a la cabeza: ”Ninguno de los países que reclaman acceso a explotar la zona tiene algún derecho moral o histórico para hacerlo,” amonesta Jon Burgwald que lidera la sección del Ártico del gran oenegé. ”Deberían más bien protegerla para los futuros generaciones,” insiste.[xiv]

El temor es que la extracción de petróleo o gas, o siquiera las técnicas para buscarlos, dañarán el frágil equilibrio de un ecosistema tan sumamente decisivo para la planeta entera. Si las temperaturas elevadas por la actividad humana, es decir industrial sobre todo, ya está causando que dirrite el hielo del Polo Norte, y que por ello sube las mares y acabarán sumergiendo reinos insulares enteros al otro lado de la Tierra; ¿cómo nos atrevemos a llevar a cabo una actividad humana invasiva en pleno Ártico?

Un filme como Black Ice[xv], si bien su enfoque tiende a perderse en el heroico martirio de los activistas que resultan sorprendentemente ingenuos en su buscado encontronazo con Rusia, espera crear consciencia del riesgo que corre el gran Norte a manos de la industria petrolera y de gas natural. Lo tiene difícil, porque como constata Al Gore ya en el 2009[xvi], los cambios climáticos no logran suscitar la respuesta adecuada en los seres humanos.

Primero parecían demasiado lejanos. Ahora ya parece ser demasiado tarde.///

[i] https://danmarkshistorien.dk/leksikon-og-kilder/vis/materiale/den-danske-mission-til-groenland/

[ii] http://danmarkshistorien.dk/leksikon-og-kilder/vis/materiale/groenland/

[iii] https://videnskab.dk/kultur-samfund/forsker-groenland-er-fortsat-en-dansk-koloni

[iv] https://www.djoefbladet.dk/artikler/2017/9/danmark-kan-br-ae-nde-sig-p-aa--nordpolen.aspx

[v] https://politiken.dk/udland/art5416744/Gr%C3%B8nland-er-verdens-mest-voldelige-samfund

[vi] https://jyllands-posten.dk/debat/kronik/ECE8808270/rigsfaellesskabet-er-svaekket-af-eu/

[vii] https://www.altinget.dk/artikel/df-aabner-for-at-annullere-groenlands-selvstyre

[viii] http://www.martinbreum.dk/loesriver-groenland-sig/

[ix] https://www.altinget.dk/arktis/artikel/efterretningstjeneste-advarer-mod-groenlandsk-afhaengighed-af-kina

[x] http://nyheder.tv2.dk/2014-12-15-fire-grunde-til-at-danmark-nu-goer-krav-paa-nordpolen

[xi] https://www.dr.dk/ligetil/indland/rapport-staten-mister-olie-milliarder

[xii] https://www.dr.dk/nyheder/udland/forsker-om-samuelsens-russiske-visit-danmark-er-en-arktisk-stormagt

[xiii] https://www.altinget.dk/arktis/artikel/professor-danmark-er-en-smaastat-mellem-stormagter-i-arktis

[xiv] https://www.dr.dk/nyheder/udland/greenpeaces-opsang-til-verdens-lande-hold-nallerne-fra-arktis

[xv] http://www.blackicemovie.net/

[xvi] Al Gore: Our Choice: A Plan to Solve the Climate Crisis. Bloomsbury 2009

Subscribe to get sent a digest of new articles by Sara Høyrup

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply.